Traidor

Traidor
Evitando el ablande.

martes, 5 de julio de 2011

¿Quieres ser Juan Cabandié?

Perdido, acaso conflictuado, este joven hijo de desaparecidos, eyectado a la alta política quién sabe debido a qué misterioso motivo, padece la confusión típica de un adolescente pajero. Día tras día mira la mancha en la cara que le devuelve el espejo preguntándose <¿Quién soy?>.

Sin sus padres biológicos allí para contárselo y con su padre adoptivo fallecido, Juancito busca su identidad incansablemente. En el único grupo de autoayuda que le abrió las puertas, sus cumpas empiezan a hincharse las pelotas. Pero él es buen pibe, es agradecido con sus compañeros de grupo, porque sabe que no posee los atributos de aquella otra hija de desaparecidos.

Pero con eso no le alcanza. Como un Malcovich peronizado transita pasillos presidenciales, actos preelectorales y frías camas tangueras arrastrando como chota muerta su temible crisis de identidad. A esta altura, sus múltiples personalidades convivientes amenazan con sabotear la reconstrucción de la patria socialista que soñaron "los viejos".

Psiquiatras muy bien pagos no alcanzan a apaciguar la furia identitaria de "Caban" y sus cumpas tiemblan ante la posibilidad de que el globo se pinche cualquier día a raíz de un ataque psicótico.

Un buen día un cráneo del marketing político, un Durán Barba nac&pop, bien del palo y con ideas rockeras, encuentra la forma de sacarle jugo a tanto edipo irresuelto, a tanta paja mal hecha, a tanto mambo setentista, y decide hacer este spot para arrasar en la urnas capitalinas y pegar una banca legislativa para que el loquito mesiánico se deje, de una buena vez por todas, de joder:


Que lo disfrutes, Juancito.