Eres un vago bebedor. Vives en la calle desde hace tantos años que ya casi no puedes recordar cuántos. Tus ropas, tu cabello, huelen a orines. Duermes sobre unas cajas de cartón desarmadas en el pórtico de una fábrica abandonada. Contigo pasan sus días otros vagos como tú y algunos perros vagabundos y sin raza.
Esta mañana, especialmente, hace más frío del acostumbrado y te sientes agotado. Algunos de tus compañeros han encendido una fogata en un barril y queman en ella restos del tapizado de un auto abandonado. Quizá podrías acercarte a ellos y compartir el calor del fuego narrando anécdotas de tu anterior e inverosímil vida de abundancia. O podrías dejarte llevar por el cansancio y quedarte durmiendo en tus mantas. También podrías ir hasta el McDonald´s® y asearte con agua caliente y limpia en el lavabo.
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